= La muerte no es el final (cuento forteano) =


Después de la muerte de su padre, Guillermo se sintió devastado. La pérdida era un dolor que no podía superar, era algo que nunca había experimentado, en sus ratos de soledad (que habían sido muchos los últimos meses) se perdía horas en sus sentimientos. Pasaba días enteros en cana, vagando por la ciudad, manejando sin rumbo o se iendo a la playa, como buscando un consuelo mientras recordaba los buenos momentos que había compartido con su padre.

En el mar Memo encontró cierto consuelo a su dolor, le relajaba el sonido de las olas romper en la costa y sentir sus pies desnudos sobre la arena y mojados por el agua del mar.

Un día, mientras caminaba de noche por la orilla del mar, se encontró con un extraño anciano que parecía haber vivido mil vidas, tenía el aspecto de un humilde pescador, lo había visto venir caminando lentamente desde unos peñascos que había a lo lejos de la costa. El anciano tenía una mirada profunda y sabia, y Guillermo se sintió atraído por él, le producía cierta paz e incluso la forma de caminar le recordaba mucho a su padre. El anciano notó la tristeza en los ojos de Guillermo y se acercó a él.

—¿Qué te atormenta, joven? —preguntó el anciano con una voz quebrada por la edad, pero llena de sabiduría.

Guillermo le contó sobre la muerte de su padre, lo mucho que lo añoraba y su deseo de volver a verlo. El anciano escuchó en silencio mirando al horizonte y asintiendo con la cabeza. Su rostro estaba lleno de compasión y comprensión.

—Conozco un método para que puedas ver a tu padre de nuevo— dijo el anciano con una mirada seria. —Pero tiene sus complicaciones, es un viaje peligroso que tienes que hacer y no muchos regresan, solo aquellos con la suficiente voluntad lo harán.— Le decía el anciano a Guillermo que lo escuchaba atentamente. —Además, me tienes que contar ciertas cosas sobre tu padre.— Replicó el anciano.

Guillermo se sentía desesperado y dispuesto a intentar cualquier cosa, sentía en el fondo de su ser, que ya no tenía nada más que perder, el dolor le podía.

El anciano le pregunto la fecha y edad de la muerte de su padre.

—6 de diciembre de 2021, tenía 66 años— contesto Guillermo con cierta nostalgia.

El anciano con la mirada fija hacia el cielo estrellado, se quedó murmurando para sí, algo inteligible y le dijo:

—Escucha con mucha atención, debes seguir al pie de la letra y no vacilar en ningún momento el proceso porque te puede costar la vida, es una prueba de voluntad y determinación.— le decía el anciano firmemente.

—Debe ser una noche estrellada y con Luna llena, el mar debe estar en calma, no lo hagas si hay tormenta, amenaza lluvia, hay norte o el mar está picado. Solo necesitas una lancha de madera que pueda ser hundida intencionalmente (de esas que tienen una especie de tapón), una brújula y un reloj de manecillas, no lleves otra cosa. Iniciarás tu viaje justo a las 11:11 pm, y viajarás hacia el norte según te marque la brújula por 14 minutos sin parar, pasando ese tiempo deberás corregir el rumbo hacia 66° NE y recorrer otros 12 minutos. Una vez transcurrido ese tiempo, deberás apagar totalmente la lancha. Deberás quitar el tapón de la lancha para comenzarla a hundir, véndate totalmente los ojos y acuéstate boca arriba, espera a que la lancha se hunda, y mientras eso sucede en tu mente repite el nombre de tu padre, este proceso puede parecer muy largo, más de lo normal, sin embargo, hazlo sin titubear hasta que sientas que comienzas a flotar en el agua, entonces deberás quitarte la venda, no antes.— Le replicó al anciano firmemente.

—Verás que la lancha comenzará a emerger nuevamente y el oleaje del mar desaparecerá y un silencio se apoderará del ambiente, verás a tu alrededor miles de lanchas con personas en ellas, algunas con una pequeña lámpara y otras a oscuras, por lo general, tu padre lo encontrarás en una de las lanchas a tu alrededor.”

Memo aterrorizado por todo lo que el anciano le decía, y antes de que pudiera decirle algo, el anciano continuó:

—Tienes media hora para hablar con él. Después, debes repetir el procedimiento para regresar al mundo de los vivos.— instruyó el anciano con maestría como si supiera de lo que estaba hablando.

A Memo le palpitaba el corazón a mil por hora, se sintió aterrorizado y a la vez emocionado, pues el deseo que tenía de ver a su padre nuevamente era enorme…

Pensaba en la locura que parecía todo lo que al anciano le estaba diciendo, pues el anciano no estaba borracho, no daba síntomas de locura, al contrario, su mirada inspiraba paz. Y mientras pensaba en eso el anciano lo interrumpió:

—Se me olvido lo más importante, no podrás bajar al agua, no podrás transbordar a otra lancha que no sea la de tu padre, tampoco podrás subir a nadie a tu lancha, no le hagas caso a nadie que no conozcas, sigue tu intuición, de lo contrario tu lancha se hundirá y quedarás varado en el mundo de los muertos por la eternidad.— Todo esto se lo decía mientras el anciano lo miraba fijamente a los ojos.

—También recuerda hablarle aunque parezca que no te va a contestar o no te haya reconocido, aunque parezca que está dormido o perdido con la mirada hacia el vacío, él te reconocerá y encontrará la manera de comunicarse contigo. Mantén firme tus pensamientos y no caigas en las emociones. No interactúes con nadie más que no reconozcas.— Replicó con voz firme y con una mirada profunda hacia Memo.

El anciano siguió su camino sin decir una palabra más, Memo hundido en los pensamientos sobre todo lo que él haciendo la que acaba de decir, se percató que no le había dado tiempo de darle las gracias, solo se quedó mirando como el anciano se perdía en la oscuridad a lo lejos de la playa,.

El deseo de Memo de ver a su padre de nuevo era más fuerte. Pasó horas pensando en la propuesta del anciano, sopesando los riesgos y beneficios. Finalmente, decidió que valía la pena intentarlo, pues el vacío que sentía por la ausencia de su padre le daba cierta fuerza y resignación, se decía para sí qué más da intentarlo.

Por los siguientes día Memo vivió atormentado por la idea de lo que estaba a punto de hacer, y esperó ansiosamente que llegaran las noches de Luna llena y decidido, regreso a la playa, rento una lancha con las características necesarias y se subió para comenzar a navegar en mar abierto, siguió las instrucciones del anciano al pie de la letra.

Navegó los minutos necesarios hasta cumplir el extraño itinerario, apagó el motor, se vendó los ojos, pensó en su padre y aterrorizado quito el tapón de la lancha para que hasta comenzara a hundirse. Sintió un miedo intenso, el agua está velada y escuchaba como la lancha tronaba y comenzaba a hundirse en medio de la oscuridad. Para Memo el tiempo pareció eterno hasta que sintió que empezó a flotar.

En ese momento se quitó la venda de los ojos. La escena que se presentó ante él era surrealista. La lancha comenzó a emerger debajo de él sin hacer ruido, el ambiente tenía un silencio abrumador, el mar parecía un espejo donde reflejaban las estrellas y una extrañas luna color azul se veía en la bóveda celeste. Miles de barcas con personas en ellas flotaban a su alrededor, algunas con pequeñas lámparas como las antiguas de petróleo iluminaban tenuemente ese ambiente que se podría describir entre tétrico y cautivante. Entonces Memo se dio cuenta que estaba en el mundo de los muertos.

Memo buscó a su padre con la mirada y, finalmente, lo vio en una de las barcas. Corrió hacia él con los ojos a punto de llorar y se abrazaron con fuerza.

—Papá, te he extrañado tanto —dijo Memo con lágrimas en los ojos —¿por qué me dejaste?, ¿por qué, porque?— Replicaba llorando.

—Hijo mío, siempre estaré contigo —respondió su padre con una sonrisa. —Debes regresar ahora. No te quedes aquí conmigo. Tienes una vida que vivir y mucho amor que compartir, tu tiempo aún no llega.—

Memo se sintió un poco triste, pero también sentía una enorme paz, ese día algo había cambiado en Memo, estaba agradecido por el tiempo que había pasado con su padre.

Habló con él sobre su vida, sus miedos y sus sueños. También le hizo preguntas sobre la vida, sobre el más allá y sobre como estaba y cómo se sentía. Su padre lo escuchó con atención y le dio consejos y palabras de aliento.

Sin embargo, las preguntas relacionadas con el más allá no pudo contestarlas, pues se limitó a decirle que no le tenían permitido hablar sobre ello, y que se enfocara en la vida de los vivos y en la de los muertos.

—Recuerda que la vida es un regalo— dijo su padre. —Aprovecha cada momento y no dejes que el miedo te detenga. Siempre estaré contigo, en tu corazón y en tu alma.—

—Me llevas en tu sangre y vivo en tu ser, enfoca tu vida y energías en la vida de los vivos y no en la de los muertos y recuerda: todos tenemos una misión que cumplir, si no la sabes aún, búscala y la encontrás.—

Memo se sintió un poco más tranquilo después de hablar con su padre lo abrazó y se despidieron, mientras su padre comenzaba a desvanecerse entre sus brazos. Memo regresó a su barca y se sumergió nuevamente en el agua.

Cuando emergió de nuevo estaba de nuevo en el mundo de los vivos, el mar estaba agitado y el vaivén de la lancha era el normal, la luna llena era blanca como de costumbre, Memo se sintió renovado y con una nueva perspectiva sobre la vida.

La experiencia le enseñó que la muerte no es el final, sino un nuevo comienzo. También aprendió que el amor y la conexión con los seres queridos nunca se pierden, incluso después de la muerte.

Memo regresó a su vida con una sensación de paz y gratitud, sabiendo que su padre siempre estaría con él en su corazón y que tarde o temprano estarían juntos.

Ese día Memo aprendió que el amor y la conexión trascienden más allá de la muerte, también se dio cuenta de que la voluntad y determinación al hacer las cosas, te lleva a hacerlo impensable y llegar muy lejos, si realmente se quiere algo se puede obtener, la muerte solo es una transición, el consuelo y la guía siempre podremos encontrarlas con aquellos que nos han dejado. Memo continuo su vida y fue más apasionado, con propósito y agradecimiento por el resto de sus días hasta su muerte.

Guillermo Camarena ∴

= Acerca de Guillermo Camarena =

De día soy Maestro en Redes y Telecomunicaciones, Ingeniero en Sistemas Computacionales y Desarrollador Frontend e Investigador de Fenómenos Forteanos por la noche. 🧑🏻‍💻👾👽🛸
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