Si hablamos de los sistemas de propulsión de los artefactos relacionados con en el fenómeno OVNI, tendríamos que remontarnos a su historia para darnos una idea. Desde los primeros encuentros que son narrados en antiguas pinturas rupestres o libros como la Biblia encontramos sistemas de propulsión que arrojan aire y crean torbellinos (aspas), chorros de fuego (cohetes) y magnetismo (no dejan rastros), por citar algunos, pero podríamos ver este tipo de propulsión a nivel local, y me refiero con local si pensamos que solo los utilizan cuando ya están en este mundo para desplazarse por nuestros aires y atmósfera, así como nosotros cuando mandamos sondas a otros planetas utilizamos los sistemas de propulsión para descender y ascender de los mismos, los sistemas que utilizamos para el viaje de la tierra a dicho astro es diferente.

Si analizamos y reflexionamos un poco sobre su posible lugar de origen; sistemas solares o galaxias lejanas que se encuentran a miles o millones de años luz de la Tierra, dimensiones alternas u otros universos, entonces los anteriores sistemas de propulsión serían inútiles para tal empresa.

Para surcar estas grandes distancias o pasar entre universos o dimensiones, tendrían que tener otro sistema de viaje, quizás podrían incluir sistemas que están muy lejos de nuestros sistemas primitivos actuales, y podríamos incluir tecnologías para hacer saltos cuánticos o desmaterializaciones, incluso conocer y manipular el espacio-tiempo, o hacer uso de elementos del espacio; como agujeros negros u otros elementos del espacio que aún no conocemos para utilizarlos como atajos. Aunque también podremos incluir viajes en el tiempo o saltos de entre dimensiones y universos paralelos.
Por otro lado, para mantenerse en el aire, podrían estar ocupando algún sistema antigravedad o campos de energía que anularían el campo gravitatorio terrestre, es por eso que en algunas veces esos platillos se ven con un movimiento en forma de siseo, ya que como en los motores de 4 pasos, el sistema estaría girando internamente y anulando en algunos puntos la gravedad conforme al giro… (una suposición muy personal).
“Lo que no conocemos y no concebimos, ya existe en lo más recóndito de nuestra imaginación.” – Guillermo Camarena
En conclusión, debemos tener la mente abierta y no limitar nuestra imaginación y razonamiento de lo que sabemos y consideramos “posible”, porque lo que no conocemos y no concebimos, ya existe en algún lugar, quizás en nuestro universo, quizás en uno paralelo, o quizás en lo más recóndito de nuestra imaginación, como ejemplo hace años los científicos negaban la caída de piedras del cielo, decían que era humano no podría volar, consideraban la Tierra el centro del universo, etc., pensamientos que se fueron refutando con el tiempo.