En la tarde del 18 de Julio de 1910, los trabajadores de las plantaciones Kalutara, en la costa occidental de Ceylán, se llevaron la mayor sorpresa de su vida. Por la mañana todo habían estado en calma, pero de pronto, después de comer, aparecieron por todas partes, por cientos de miles, tal vez por millones, unos enormes caracoles cuyo peso hacía crujir los árboles o hundía los tejados de las viviendas.
¿De dónde venían? Sólo ellos podrían decirlo. Los expertos nada más dijeron que se trataba del (Achatina fulica), caracol gigante de África, ¿Cómo aparecieron de pronto en tal cantidad? Nadie lo pudo explicar, a no ser algunos sabios que formularon una curiosa tesis: tal vez llegó a la Isla de Ceylán, procedente de África, una pareja de esos gasterópodos (parecían olvidar que el caracol es bisexuado), y como el país y el clima les agradó se multiplicaron a toda velocidad. ¡Así de fácil!
Cualquier persona sensata se hubiera preguntado si vinieron a pie o nadando, y también dónde pudieron esconderse todo ese tiempo, en un país tan pequeño, para aparecer todos al mismo tiempo, Usted qué cree…
- Revista DUDA, (abril 21, 1971). El enigma de los caracoles, Revista DUDA, (1:3)