Las tres guerras mundiales y los Illuminati

La Orden de los Iluminados es el nombre dado a varios grupos. Históricamente se refiere a la organización Illuminati de Baviera, una sociedad secreta de la época de la Ilustración, fundada el 1 de mayo de 1776, la cual manifestaba oponerse a la influencia religiosa y los abusos de poder del Estado.

Estamos en el comienzo del Tercer Milenio y la civilización se encuentra al borde de una grave crisis. Los años recientes se han visto marcados por acontecimientos de una violencia inusitada. Algunos han sido perpetrados por el hombre, cómo las guerras, los atentados o los asesinatos, mientras que otros son atribuibles a fenómenos naturales con consecuencias desastrosas. Este ambiente ha provocado que la población del mundo entero se encuentra en un perpetuo estado de miedo y angustia. Lo que debemos preguntarnos es: ¿cuáles son las verdaderas causas de estos cambios y cuál es su fin último? Recapitulemos brevemente lo que ha ocurrido en el mundo en los últimos años.

El atentado a las Torres Gemelas perpetrado por fundamentalistas islámicos el 11 de septiembre del 2001 constituyó el primer atisbo de que las reglas en el juego de poderes habían cambiado. Especialistas en geopolítica han establecido qué es trágico incidente dio por concluido el período de la Guerra Fría, en el que las fuerzas del capitalismo y el comunismo se disputaron el control del mundo. Lo que siguió no fue un período de distensión. Al contrario, la tensión internacional se mantuvo e incluso alcanzó niveles mayores. Sobrevino una nueva guerra global denominada “guerra contra el terror”.

Con el fin de la Guerra Fría terminó la confrontación entre estados. Ahora el enemigo se ha vuelto invisible y puede estar en cualquier lugar, incluso un ciudadano de la nación bajo ataque. Es por este motivo que recientemente todo lo referente a la privacidad del individuo ha cobrado gran importancia para los sistemas policiacos. Entre las medidas que se han tomado para combatir a este enemigo invisible se encuentran severas de restricciones a las libertades individuales. Discretamente se han establecido sistemas de vigilancia y control que no dan lugar a la privacidad y cualquier rastro que deja una persona se ha vuelto objeto de escrutinio.

Está suerte de medidas ha despertado indignación. En las principales ciudades del mundo, población ha salido a las calles para expresar su descontento con las instituciones políticas. Así pues, pareciera que toda la humanidad atraviesa actualmente por un momento de profunda crisis y valores esenciales de la democracia, la igualdad, libertad y fraternidad en visto cooptadas por el auge de regímenes autoritarios.

Aún ando a este desequilibrio de orden político, debemos tomar en consideración también el desequilibrio ecológico. En los últimos años han ocurrido desastres naturales sin precedentes en la historia de la humanidad. Las evidencias son irrefutables. Zonas en donde antes predominaban climas fríos ahora se encuentran sometidos a temperaturas cada vez más cálidas. El hielo de los polos se ha ido derritiendo, lo que ha alterado el curso de las corrientes interoceánicas. Las regiones y las temporadas de huracanes han cambiado. Zonas que antes eran áridas ahora se ven devastadas por inundaciones y, en sentido inverso, las zonas de cultivo atraviesan por periodos atípicos de sequía.

Todos estos cambios en el ecosistema impactan directamente en la economía de todas las naciones. El provenir de poblaciones enteras se encuentra en riesgo debido a las restricciones en la producción de alimentos. La carestía y el alza de precios en productos de la canasta básica son factores que ningún pronóstico económico de los próximos años pasa por alto. Dentro del esquema actual de producción llegará un momento en que no existe la comida suficiente para sustentar a toda la población. Es evidente, pues, qué nos dirigimos hacia una crisis alimentaria de proporciones globales y todos los nichos de poder que

están al tanto la consideran en sus proyecciones a largo plazo.

Es sabido que en buena medida estás alteraciones en el ecosistema son atribuibles a la explotación irresponsable de los recursos naturales. Han sido consecuencias del abuso de hidrocarburos y del calentamiento global que ha aumentado. Sin embargo, se especula también que ciertos grupos o corporaciones habrían actuado con la licencia con la intención de beneficiarse económicamente de esta desgracia.

Estamos en una encrucijada. Tanto nuestras instituciones políticas como nuestra relación con el ecosistema se encuentran en crisis y la manera en que está se resuelva determinará el curso que seguir a la humanidad. Sin embargo, cabe suponer la posibilidad de que todos esos acontecimientos no sean solo el resultado de un comportamiento responsable de errático. Es pertinente creer también que, en buena medida, la situación actual en la que nos encontramos ha sido establecidas intencionalmente por grupos con intereses oscuros.

¿Es acaso posible que todos estos acontecimientos, sin importar qué tan dispersos parezcan, formen parte de un plan maestro que busca establecer un Nuevo Orden Mundial? ¿Existe la probabilidad de que los recientes cambios de orden político y hasta natural hayan sido orquestados por un poderoso grupo de individuos desde hace siglos? ¿Está el destino de la humanidad en manos de una sociedad secreta? Muchos opinan que detrás de todos estos hechos se ocultan los intereses de la Orden de los Illuminati.

---

Orígenes de la Orden de los Illuminati

La Orden de los Illuminati fue fundada el 1° de mayo de 1776 por Adam Weishaupt en la ciudad bávara de Ingolstadt. Weishaupt fue un filósofo deformación jesuita y también participó asiduamente en las actividades secretas de las logias masónicas alemanas. La organización de los Illuminati debe mucho a la masonería, pues además de asemejarse en estructura, también asimilo cierta simbología de ella. La historia de ambas en ciertos puntos se confunde y, en última instancia, las dos están íntimamente relacionados con la historia de sociedades secretas mucho más antiguos.

Los masones que simpatizaban con los Illuminati y se unieron a ellos. De hecho, tras unos cuantos años ya pertenecían a la orden figuras eminentes del orden político e intelectual, entre ellos el reconocido escritor Johann Wolfgang von Goethe y el filósofo Johann Gottfried Herder, así como varios miembros de la aristocracia bávara. Muchos de ellos buscaban redescubrir sus brazos con historia antigua de Europa, y el pasaje esotérico de los illuminati les ofrecía exactamente eso.

Pero los vínculos de los Illuminatis con cultos y sociedades secretas que ya existían anteriormente no solo incluyen

a la masonería, sino que se extiende mucho más allá. Consideremos, por ejemplo, la fecha que Weishaupt eligió para fundar la orden. La fecha del 1 de mayo tenía una enorme carga

simbólica para los cultos paganos que existieron desde siglos antes de que surgiera el cristianismo.

La fecha indica el punto intermedio entre el equinoccio de invierno y el solsticio de verano. En tiempos ancestrales, los druidas (sacerdotes de los pueblos celtas) conmemorar esta fecha El Poder renovador y purificador del pueblo. En esencia, es

ta era una festividad que honraba al sol, considerando la manifestación más pura del fuego.“El secreto de los Illuminati es que no sabes que eres miembro hasta que es demasiado tarde para salirse”. – Robert Anton Wilson

Sin embargo, la celebración tiene vínculos con rituales más antiguos todavía. Sus orígenes pueden rastrearse incluso hasta el culto al dios Baal en religiones de Medio Oriente, el cual está calificado como falta en el Antiguo Testamento. Los demonólogos cristianos determinaron que Baal era uno de los más importantes de nones al servicio de Satanás. Así, con la fundación de la Orden de los Illuminati en 1776, lo que en verdad se llevó a cabo fue la refundación de cultos antiquísimos, y la sociedad secreta creada por Adam Weishaupt está vinculada directamente con sectas que han existido desde tiempos ancestrales.

---

Las guerras mundiales y los Illuminati

El impacto que podría llegar a tener los conflictos sociales al interior de cada país era limitado. Para que estos conflictos alcanzarán una escala global, los Illuminati necesitaron recurrir a otros medios, más violentos y despiadados aún. Ya desde el siglo XIX la orden vislumbraba que solo desencadenando guerras a gran escala Sería posible deshacerse definitivamente de los viejos bastiones de poder, representados por las diversas monarquías y religiones de Europa.

Entre los cientos de los Illuminati que se ocuparon de delinear este funesto plan se encuentra el militar estadounidense Albert Pike. Durante la década de 1870 fue designado para llevar a cabo la agenda de los Illuminati en suelo americano. Pike pronóstico que se necesitarían tres guerras mundiales para poder establecer de manera definitiva el Nuevo Orden Mundial y que después de ellas no quedaría en pie reducto alguno de los poderes tradicionales.

Este plan habría parecido descabellado para sus contemporáneos, pero dos de estas tres guerras ya han ocurrido. Cada una contribuyó a desarticular elementos estratégicos de los poderes tradicionales. La Primera Guerra Mundial despojo a las antiguas monarquías europeas del poder político que hasta entonces poseían. Además, el auge del comunismo y del fascismo en Europa trajo como consecuencia el debilitamiento de las tradiciones religiosas. Ambas ideologías aspiraban por igual a la creación de sociedades sin dios. Por otro lado, la Segunda Guerra Mundial enfrentó a estas fracciones con el bloque democrático internacional, conformado principalmente por Estados Unidos, Inglaterra y Francia. Al concluir, el panorama internacional quedó polarizado en dos bandos: El comunista y el capitalista. A este momento la historia lo conocemos con el nombre de guerra fría.