
Comenzaré esta reflexión retomando la lectura que hice hace un par de años atrás del libro “Estoy bien” de J.J. Benítez, el cual capturó mi atención como no muchos lo han hecho, tanto así que lo leí de principio a fin en apenas dos días, haciendo anotaciones en una vieja libreta que encontré hace poco y que decidí compartir en esta publicación.
Antes de continuar quisiera recalcar que yo no me considero religioso, ni qué profeso ningún tipo de religión y que tampoco soy ateo, creo que existe algo superior a mí, no le doy nombre, sé que existe porque lo he sentido, creo que todas las manifestaciones del universo son parte de ese mismo superior.
Volviendo a la publicación, debo mencionar que este libro fue el primer sobre la temática relacionada con: el más allá, los fallecidos o la muerte. Como ya mencioné y como pocas veces he hecho al leer un libro de cualquier temática, en esta ocasión hice la excepción y realice anotaciones, reflexiones y pensamientos antes, durante y después de la lectura de este libro.
Debo confesar que me ha ayudado mucho a lo largo de mi vida, y que hasta cierto punto me ayudó a entender el proceso de la muerte, cosa que en ningún lado te enseñan y que hasta ese momento, es decir, antes de la lectura, veía como algo desconocido y lo abordaba con cierto miedo, un miedo que es fruto del desconocimiento sobre cualquier tema incomprendido por el ser humano.

Sobre el libro, para el que no lo haya leído, a grandes rasgos trata sobre la recopilación de testimonios sobre personas que se han encontrado con personas fallecidas (en muchas ocasiones familiares o amigos) que el autor llama “resucitados” en sueños o en la vida real. Y que de alguna forma han vuelto para ayudar, guiar, saludar, calmar o transmitir ciertos mensajes cortos (en clave a mi parecer) con connotaciones interesantes sobre la vida y sobre el más allá.
En lo personal y por mi experiencia vivida a mis 40 años relacionada con el tema de la muerte, del más allá o de los “resucitados” como J.J. Benítez los llama, puedo afirmar que muchas de las cosas que este libro menciona a través de los testimonios que el autor vierte dentro de su obra son verdaderas a mi punto de vista, y a continuación expongo mis justificaciones:
Sabemos que la verdad sobre la muerte nadie la sabe y que solo hasta el día en que todos, tarde o temprano trascendamos al siguiente plano podremos comprobar si son verdad o mentira, Mientras tanto podemos quedarnos con lo que dicen: los testimonios, los libros como este y estudios y experimentos que pocos han hecho en relación con esta temática, así como la relación con nuestras experiencias personales, ideología, pensamientos o razonamientos.
Como experiencia personal sobre este tema, puedo comentar que en sueños se me han aparecido familiares muy queridos para mí que ya trascendieron al otro plano, y me han dado mensajes, con los que he platicado, he preguntado y he descubierto algunas cosas interesantes sobre el tema, a continuació enumero un par de ellas:
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- Soñando expliqué el ciclo de renacimiento del “Samsara” a uno de mis familiares, sin saber nada del tema, pero con un conocimiento magistral como si ya tuviera esa información (la cual corroboré al despertar) y algo que me llamó la atención fue que dentro de mis explicaciones enfatizaba la importancia de salir de ese ciclo para trascender.
- Uno de mis familiares me dijo: “Todos los seres humanos de este mundo tenemos 20,000 acciones por hacer antes de morir, buenas o malas”. ¿20,000? ¿Es un tope? ¿Eso puede determinar nuestra muerte?
- En raras ocasiones, los he notado confundidos, desesperados, enojados o tristes, la razón fue porque no sabían donde estaban o no entendía muchas cosas. Me limité a ubicarlos y explicar que ya estaban fallecidos. ¿En el más allá también se experimentan sentimientos como el dolor y sufrimiento?, o ¿simplemente aún no han trascendido y por eso su estado insatisfactorio? ¿O en el más allá hay cosas que no sabemos y los hacen estar en ese estado?
- En la mayoría de ocasiones los he notado felices, serenos y en paz, con una mirada y expresión que transmitía amor y paz, a un grado que no experimenté y no se compara al experimentado durante su vida en la Tierra, en otras palabras, una calidez humana superior. ¿A caso en el más allá se experimentan los sentimientos más intensamente?
- Los he soñado jóvenes, no a la edad en la que partieron, es decir, en sus mejores momentos de su vida, lucidez y vigor, no se ven acabados o enfermizos. ¿La muerte nos rejuvenece? ¿El momento cúlmine de nuestras vidas, nuestros mejores momentos está conectado con el más allá? ¿Recordamos a nuestros fallecidos en el momento en el que más los admiramos?
- En ocasiones, cuando sueño con mis familiares, les veo los rostros borrosos, pero al final sé que son ellos, es como si mi cerebro terminara de completar su rostro. ¿Reglas del más allá donde no se dejan ver? ¿Mecanismo para que podamos percibirlos de otra manera, a través de vibraciones, energía, calidez, paz, etc., y menos material que en este mundo?
- Platico con ellos sobre temas que a veces desconozco, es como si mi capacidad e inteligencia sobre el tema aumentara de alguna manera. ¿Será que accedemos al conocimiento universal? ¿Llevamos doble vida y aprendemos cosas para otro plano que no sea la Tierra? ¿Tenemos conocimientos sin saberlo guardados en el fondo de nuesta mente?
- Los he soñado haciendo cosas un tanto extrañas como: escribir notas, cartas, hacer exorcismos o reflexionando. En el caso del exorcismo me explicaba la importancia sobre uno de los lados de la cama.
- Se han disculpado conmigo, como si eso les provocara paz. Me limité a decir que todo estaba bien.
- Me han preguntado sobre el estado de otros familiares vivos, en especial ciertas personas con las cuales sé que no pudieron despedirse o dejaron algo pendiente.
- Por lo general, siempre les pregunto sobre ¿cómo es el más allá?, y se molestan, cambian su expresión y me dicen que esas cosas no se deben preguntar.
- Me han pedido permiso para aparecer en mis sueños posteriormente.
- Me han explicado que para que yo pueda verlos en sueños, basta con que piense en ellos. Usar el pensamiento como herramienta para llamarlos.
- Me han contado que a veces están desesperados porque hay muchas cosas que no entienden del más allá, y que así como en la vida terrenal nos pasa lo mismo. Solo me limito a decir que hay que ser pacientes, las cosas pasan por algo y todo se comprende a su tiempo.
- Algo curioso es que algunas ocasiones he soñado a muchos familiares ya fallecidos en un autobús, yo me veo en el asiento de hasta atrás y están sentados en el orden en como fallecieron, algunos se bajan durante el recorrido.
- A veces cuando me los encuentro en sueños, van caminando por alguna calle y les hablo, estamos en un cuarto blanco totalmente, en sus casas, autobuses o simplemente en situaciones alternas parecidas a las que vivimos en vida. Aclaro que no son recuerdos vívidos.
- Cuando se despiden, suben una escalera, me subo a un auto o los veo alejarse de mí, a veces lo hacen como si llevaran prisa o me dicen que tienen que volver. Lo cual me provoca sentimientos de tristeza y a veces despierto con lágrimas en los ojos.
- Me han dicho que la clave de todo es que hay que hacer el bien hasta el final, no desesperarse.
- La mayoría de las veces al despertar tengo un sentimiento de paz, felicidad y gozo. Pocas veces es tristeza y nunca miedo.
- En una ocasión, se me apareció mi abuelo y le hice la clásica pregunta: ¿cómo es el más allá?, su respuesta fue rotunda y en tono molesto: -ESAS COSAS NO SE PREGUNTAN!!
- Cuando falleció un tío muy cercano a mí, lloré mucho en esa ocasión porque era muy joven y no sabía muchas cosas, ese día me desgaste energéticamente y me fui a dormir temprano, esa noche lo soñé, me puso su mano en mi hombro, y me transmitió una paz enorme.
Para finalizar esta reflexión, me gustaría dejar un extracto de las frases dichas por los resucitados y de algunos comentarios y reflexiones sobre el libro “Estoy bien”, con el fin de vincular algunas cosas mencionadas en mis experiencias personales con lo que otras personas ha vivido, se han marcado en negrita:
Extraído del libro “Estoy bien” de J.J. Benítez.
Algunos comentarios inevitables:
- Si una sola de estas experiencias fuera cierta (lo son todas), el “más allá” sería real.
- Tras la muerte existe una dimensión (física), no muy lejana. Quizá está aquí mismo…
- Esa dimensión, desconocida para la ciencia, sería como la América de Colón. Estaba ahí, pero solo unos pocos lo intuyeron.
- En ese “nuevo mundo” se estudia y se trabaja, pero no por dinero.
- Al llegar al más allá se produce una especie de “reconversión” total del individuo.
- Algunos, muy pocos, son autorizados a presentarse a los humanos.
- En esa dimensión se trabaja en favor de la vida.
- Las genialidades de los humanos proceden, en realidad, de esa dimensión superior. Las ideas no son nuestras. Ni las buenas ni las malas.
- La muerte es un suceso único.
- La muerte es también un malentendido.
- En esa dimensión todo es (básicamente) distinto, sin serlo. Todo es gratificante. No hay enfermedad ni dolor. No existe la tristeza, ni el miedo, ni la incertidumbre, ni los lazos familiares Que conocemos en la tierra. No hay religiones.
- Esa nueva América solo es detectable por la fe y por la bella intuición.
- A es el mundo llegan, únicamente, el arma inmortal y las memorias.
- En esa dimensión nadie juzga a nadie. El infierno es un invento de las religiones.
- Serás “despertado” del sueño de la muerte y comprenderás que has vuelto a la realidad.
- En esa dimensión, o mundo MAT, el tiempo no desaparece del todo, pero casi. Se necesita tiempo para alcanzar el NO TIEMPO.
- Morir es una madanza pero sin camión.
- Al morir, nadie se pierde. Todo ha sido medido por el buen Dios. No hay que seguir los carteles.
- Cabe la posibilidad (altísima) de que los “resucitados” (y sus mensajes) sean puro teatro.
- Los muertos -no se por qué- proceden del frío.
- Todos los muertos se aparecen radiantes y felices.
- En el “más allá” todo se tutean.
- Casi todos inician el contacto con la expresión “Estoy bien”.
- Los sueños son una forma de entrar y salir de esa dimensión desconocida pero no lo sabemos.
- Tengo la sospecha de que el fenómeno OVNI y los resucitados tienen mucho en común.
- Los muertos son más altos que en vida. Eso anima mucho…
- Los “resucitados” no tienen arrugas, pero sí prisa.
- Los “resucitados” han sido vistos por ateos y creyentes.
- ¿Por qué los muertos tienen esa obsesión con los electrodomésticos?
- Los muertos tienen sentido del humor. Menos mal.
- En los cielos también hay que censura.
- Algunos muertos tienen malas pulgas.
- Los muertos no pagan la factura del teléfono.
Extraído del libro “Estoy bien” de J.J. Benítez.
Dicho por los “Resucitados”
- «Aquí no hay dinero».
- «Aquí estudiamos».
- «Aquí se trabaja».
- «Estamos aquí, pero en otra dimensión».
- «Las ideas no son vuestras».
- «Todo está escrito».
- «Aquí nadie juzga a nadie».
- «Lo que tiene que pasar tiene que pasar».
- «Dios es azul».
- «No llores más. Estoy bien».
- «Siempre estaré contigo».
- «No me toques».
- «No podemos volver. Lo tenemos prohibido».
- «Ya no soy como era».
- «¿Tú me ves muerto? Estoy vivo».
- «Aún no he llegado donde tengo que llegar».
- «No llores ni tengas pena… ¡Vive!».
- «Estoy aquí, con ustedes».
- «Vengo de muy lejos».
- «Sólo estoy autorizada a decirte que donde estoy es parecido a lo que conoces».
- «La muerte es semejante a lo que leíste (A 33.000 pies), pero mejor».
- «Las cosas siempre pasan por algo».
- «Ni remotamente puedes imaginar cómo es esto».
- «Ahora que te he visto me puedo ir satisfecho».
- «Mira qué habitación más guapa tiene María Elena».
- «Algún día todos estaremos muy bien».
- «Estoy vivo y estoy bien».
- «No estén tristes. Nos volveremos a encontrar».
Para finalizar, debo mencionar que en mi opinión el tema de la muerte, es un tema que no debería ser un tabú, ni tampoco un tema de tristeza o miedo. Debería de ser estudiado y reconocido como algo de suma importancia para todos, ya que todos pasaremos por ese proceso tarde o temprano y eso es algo que no podemos evadir en nuestras vidas.
No sé por qué en la actualidad el tema no se aborda como debería y mucho menos se le da la importancia que merece, en parte siento que es por las “religiones y la sociedad” llenos de ignorancia e intereses, así como la falta de interés por estudiarlo a fondo.
Sin embargo, debo de hacer énfasis y me atrevo a decir que en el pasado las cosas serán diferentes y por alguna extraña razón eso cambió con el tiempo (quizá la religión tuvo mucho que ver), ya que en las antiguas civilizaciones se le daba mayor importancia a este tema e incluso se tenía más conocimiento sobre el mismo. Y aclaro, no digo que nuestros antepasados supieran la verdad absoluta, pero sí que le daban mucha importancia e incluso le dedicaron ceremonias, monumentos y libros a un tema que pare ellos era algo sagrado y parte de sus vidas, dejando ver la gran importancia que le daban.
Guillermo Camarena ∴