Religión, culto, creencia o como se le quiera llamar a las más de 5,000 reconocidas a nivel mundial, sin tomar en cuenta todas las derivaciones sectarias que de las principales han surgido, siguen siendo un lastre para la evolución humana y en concreto su parte espiritual.

Tenemos antecedentes violentos de las principales religiones que dominan el mundo y a pesar de la historia, el ser humano sigue envuelto en el mismo ciclo cegado de fanatismo, discriminación, odio, persecución violenta, conflictos sociales y por supuesto un fino pretexto para hacer guerras.

Considero que las religiones han hecho más mal que un bien al ser humano a lo largo de la historia. Su principal herramienta ha sido “la manipulación en nombre de la fe”, han abusado, controlado, sometido y matado. Las personas que han estado detrás del telón, usan la ignorancia de las personas para ejercer control a través de las religiones.

Me atrevo a decir que el 95% de los sistemas de creencias actuales están desconectados de la parte sagrada, espiritual o divina que deberían de sustentar su objetivo. Sin mencionar la creciente aparición de los famosos “cultos new age”, “sectas” y “organizaciones radicales o terroristas” que derivan en muchas ocasiones de las principales prácticas religiosas existentes, tergiversando totalmente y manipulando los pocos preceptos positivos que pudieran tener. Todo con el objetivo de obtener beneficios para un grupo o una persona que muchas veces refleja trastornos de diversa índole como es el caso de los grupos u organizaciones radicales y terroristas.

Actualmente (agosto de 2025), en pleno siglo XXI, seguimos arrastrando, seguimos sometidos, seguimos manipulados y seguimos anclados a las viejas creencias, de las cuales muchas se ha demostrado han sido manipulados y malinterpretados para beneficio de unos cuantos o de “algo”.

La parte espiritual que al ser humano debería importar ha quedado enterrada, lo que alguna vez existió entre el hombre-creador u hombre-naturaleza ya solo se puede ver en los viejos libros como historias o leyendas de antiguos pueblos, y lo poco que existe está totalmente aislado del 90% de la población que compone esta humanidad, en algunos pueblos olvidados, comunidades remotas, etc.

Los templos están llenos de hipocresía, negocio, mal información, personas adultas en un 90%, o se han convertido en bibliotecas. Las pocas personas que intentan rescatar y defender sus “creencias” caen cegadas ante la manipulación de sus propios sistemas religiosos, que un intento desesperado por captar adeptos, hacen y deshacen todo lo que intente interponerse en su negocio.

Si a esto le sumamos el surgimiento y auge de la tecnología, la inteligencia artificial y la manipulación de la información a través de Internet (redes sociales), los conceptos de “deidad”, “espiritualidad”, “fe”, “religión”, etc., han caído en burla, están siendo malinterpretados por las nuevas generaciones que carecen de criterios, que han nacido en una era donde lo que reina es la inteligencia artificial, la cual últimamente está siendo usada como herramienta para “resolver la vida”, donde las nuevas generaciones en un intento desesperado por encontrar respuestas recurren a ella, sin tener criterio, sin investigar, esperando que un chat artificial les conteste preguntas básicas o de sentido común, generadas por una inteligencia que no sabemos que criterio o control tenga para dar dichas respuestas. A todo esto le añadimos el ingrediente de los sistemas obsoletos de educación, lo único que podemos vaticinar para las siguientes décadas es un abismo sin salida y una decadencia total en la sociedad mundial.

Me gustaría reflexionar sobre la desestabilización social que causan los grupos radicales (terroristas la mayor parte) en nombre de su “fe”, en los últimos años su expansión y fácil captación de miembros es alarmante, ya que aprovechan las consecuencias de la decadencia social reflejada en los niños, adolescentes y jóvenes de familias disfuncionales, con carencia de estabilidad emocional y con traumas de diversas índoles, que usan como talón de Aquiles y cebo para sumar a sus filas adeptos.

“Dios no reside en un cielo de nubes, simplemente habita en mentes nubladas.” – Carl Sagan

¿Por qué se sigue matando en nombre de “Dios”?, la religión se ha convertido en una amenaza mundial, que lejos de ayudar al ser humano a ser más espiritual y reflexionar sobre sus actos, incita a la discriminación, racismo, persecución, violencia, conflicto, odio, división, desconcierto, etc. El supuesto propósito de las llamadas “buenas religiones” ha quedado corto, se dicen ser aliadas de la paz y el progreso, pero por dentro están igual o peor que sus seguidores, instituciones podridas y corruptas que velan por sus beneficios y que muchas veces están conflicto interno permanente.

En mi opinión, el panorama a futuro cercano, es que seguiremos en el mismo estado y empeorando, seguirán las guerras, los conflictos, los grupos radicales, la división y el odio… y no es que sea pesimista, pero es la naturaleza del ser humano, y está demostrado en su propia historia, porque siempre hemos sido así, nos gusta vivir así, y así vamos a seguir viviendo. Porque arriba no importa abajo, y tienen un agenda ya preparada hace mucho tiempo atrás. No quisiera caer en el conspiracionismo, pero muchas cosas que están escritas en libros de décadas atrás como un famoso “orden mundial”, hoy en día se están cumpliendo al pie de la letra, como un plan perfecto, y lo menciono con relación al uso e implantación de creencias religiosas. ¿¿¿???

Para finalizar, opino en lo personal que no me considero ateo, ni fanático, ni defiendo ningún tipo de ideología. No profeso ninguna religión y eso no me hace ateo, pues creo en un superior, pero no me funciona el concepto de fe, nunca he sentido esa necesidad de adorar a algo o alguien y mucho menos he sentido el “llamado” que muchos dicen tener. Mi creo es enfocar mi energía en intentar ser bueno y hacer el bien cada vez que puedo y me nace, intento no repetir patrones negativos, y si no puedo hacerlo, me hago a un lado e intento no molestar a los demás.

“La religión no tiene nada que ver con una deidad, es una herramienta que ha sido creada por algo más inteligente que nosotros y la ha usado a lo largo de la historia humana para manipular, controlar y dirigir el rumbo de nuestra historia.” – Giuillermo Camarena.

Ese superior en el que creo, mueve todo el engranaje del universo, somos una pequeña parte de ese todo y estamos conectados a ello de mil maneras de las cuales no es necesario que haya una manifestación del creador o deidad y mucho menos perder el tiempo en lugares escuchando a una persona más sobre sus dogmas e ideologías o preceptos de una institución. Me basta con saber que la naturaleza en este plano y todas sus manifestaciones visibles e invisibles son el claro ejemplo de algo superior. Debemos estar en paz con nosotros mismos y con nuestros semejantes, respetar la naturaleza en todas sus manifestaciones e intentar conectar con ese superior de la manera que mejor nos acomode.