¿Será posible robar un continente? Se puede, por lo menos, sustraer un mapa secreto de algún archivo mal custodiado y, luego utilizarlo para conseguir títulos, honores y privilegios comerciales.
Lo cual hizo un tal Colombo, Colomo, Colom o Colón, nacido en Génova, Plasencia o Pontevredra, en 1436, 1447 ó 1451, a quien la historia oficial aún se obstina, contra toda evidencia, a atribuir el descubrimiento del “nuevo” continente.
Todo el mundo iba a América mucho antes del viaje del embustero. De ello tenemos numerosos testimonios que el profesor de Mahieu reproduce en la presente obra y mapas que analiza con el rigor científico que se le conoce.
Más aún: prueba que el mapa hurtado procedía de Dieppe, donde se lo había diseñado, en el mayor secreto, sobre la base de datos precisos, suministrados a sus primos de Normandía por los vikingos noruegos que habían colonizado Norteamérica y por los vikingos daneses que habían conquistado un imperio en la América del Sur.
Esta “instrucción” de un delito histórico, Jacques de Mahieu la hizo, casi sin querer, en el curso de una larga investigación antropológica y arqueológica cuyas etapas constituyen tres obras, de amplia resonancia en el mundo científico: “El Gran Viaje del Dios Sol”, “La Agonia del Dios Sol” y “Drakkares en el Amazones”, una investigación que está muy lejos de haber finalizado.
- La América de los romanos
- Más allá del mar tenebroso
- Colón, el embustero
- El “mapa imposible” de Martín Waldeseemüller
- Las tierras nuevas
- La tierra de los papagayos
- El secreto dieppense