Este libro no pretende formar exorcistas, pues como veremos más adelante, el poder de exorcizar está reservado al Sacerdocio del Orden de Melquisedek; pero sí tiene el propósito de preservar un conocimiento en peligro de extinguirse, el cual fue recibido por quien esto escribe en forma tradicional, verificado en gran parte con la práctica o comprobado por la observación.

Sin embargo, así como no se necesita ser médico para gozar de buena salud, tampoco se necesita ser exorcista para estar protegidos de las artes oscuras y sus propósitos; por ello, el lector encontrará aquí, algunos secretos muy antiguos, que si los pone en práctica, le ayudarán a evitar por completo una posesión, un embrujamiento o un hechizo.