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Las estrellas nos acompañan desde el origen de los tiempos, su brillo todas las noches ilumina el firmamento ocultando miles de misterios. El hombre de la antigüedad intentó comprenderlas, sin tener siquiera telescopios, pero sí construyendo monumentos y estudiando sus movimientos a través de la observación, construcciones como las pirámides de Giza o las pirámides de Chichén Itzá, obras majestuosas construidas por antiguas civilizaciones están ligadas enteramente a las estrellas.
El “cinturón de Orión” alineado y representando en sus pirámides para los egipcios, los mayas a través de observatorios intentaron comprender, estudiaron y predijeron eventos astronómicos como eclipses, solsticios y aparición de cometas, en Inglaterra tenemos el monumento megalítico de Stonehenge, con fines rituales de adoración al Sol.
Pero la historia de la astronomía se redescubre en los últimos años, lo que nos ha permitido entender mejor el universo y corroborar antiguos cálculos y conocimientos que el hombre de la antigüedad ya conocía y que se han perdido a través del tiempo.
Siendo una verdadera explosión de conocimiento con el surgimiento y estudios de grandes científicos como Nicolás Copérnico, Galileo Galilei, Claudio Ptolomeo, Johannes Kepler, Edwin Hubble, Isaac Newton, Albert Einstein, Carl Sagan, Edmund Halley, Stephen Hawking, Pierre-Simon Laplace, Christiaan Huygens, Robert Hooke entre muchos otros, unos más conocidos que otros, pero todos de vital importancia con sus aportaciones para el entendimiento que en este siglo XXI tenemos sobre nuestro universo.
Por otro lado, en la Biblia, en concreto en el libro del Génesis, nos relata que en el principio Dios separo la luz de las tinieblas, dándoles nombres día y noche, que creo la Tierra y el Universo. Sin embargo, la ciencia nos dice que el posible origen del universo fue por una gran explosión a la que llaman Big-Bang.
Sea cual sea su real origen, estamos seguros de que el universo está plagado de miles de misterios, de hecho, su propio origen es un enigma, ¿por qué es el universo y no otra cosa?, ¿cuál es su tamaño?, ¿es infinito?, ¿de qué está hecho?, ¿por qué la gravedad resulta extraña de entender?, ¿hay alguien más?, ¿dónde están?, ¿es un único universo?, ¿tiene principio y fin?, etc.
La ciencia en los últimos siglos ha avanzado mucho sobre la comprensión del universo, y aun así sabemos apenas nada sobre él, no lo comprendemos en su totalidad, no podemos ver su grandeza y complejidad.
El hecho de que el 90% es energía y materia oscura, es decir, hay más oscuridad que luz, de que sea plano, que tiene una edad conocido de 13,700 millones de años, de que a medida que envejece y se expande se enfría o de que su diámetro es de 150 mil millones de años luz, nos hace replantearnos que lugar ocupamos como seres humanos o como planeta en ese infinito mar de oscuridad.
“Cada día sabemos más, y entendemos menos”. – Albert Einstein
Para añadir más asombro, en la actualidad los científicos y sus teorías nos dicen que no solo es el misterioso y enigmático universo, sino que existe la posibilidad, de que puede haber miles de universos, haciéndonos ver aún más pequeños e insignificantes,
Para finalizar, algo que sí me queda claro es que el autor de esta creación (sea quien sea o lo que sea), con esta enorme majestuosidad, sea quien quiera que sea el creador de esta obra maestra y majestuosa, nos dejó claro en él un mensaje de humildad. Que no somos los únicos, ni perfectos, y que solo somos una diminuta mota de polvo en medio de un infinito universo que ocupamos un ínfimo lugar en medio de esta bastedad.
Por eso, no debemos nunca dejemos de mirar las estrellas y asombrarnos con sus misterios y enigmas que nos acompañan desde siempre y seguirán ahí aun cuando ya hayamos terminado este parpadeo llamado vida.
— G.·. C.·.
