Biblioteca Enigmas Información sobre fenómenos forteanos
Ubicación: Laguna Marano Lagunare, Udine, Italia
Fecha: julio o agosto de 2011
Hora: 9:00 a.m.
Tipo: E
Laguna Marano Lagunare, Udine, Italia
Un sábado por la mañana, el testigo principal, el señor Adriano, su cuñado y una pareja de amigos (un hombre y una mujer) decidieron ir a pescar alrededor de las 9:00 a.m. Todos estaban a bordo de la lancha de Adriano en la Laguna de Marano. Desde el embarcadero partieron y se dividieron en dos grupos; de un lado su cuñado y Adriano, del otro los dos amigos.
Las condiciones meteorológicas eran perfectas. Una vez fuera del puerto, Adriano siguió el mismo camino donde se encuentra el “briccole”, que delimita el canal de navegación (el briccole es una estructura náutica de madera que se utiliza para indicar la profundidad de los canales y lagunas de Venecia, Marano y Grado, está formado por dos o más piezas de madera de gran tamaño con forma de palo, atadas entre sí y colocadas en el agua, incrustadas en el fondo marino o del lago).
En un momento dado, Adriano aminoró la velocidad de la embarcación al acercarse al briccole número 12. Se acercó un poco más para no entorpecer la navegación de otras embarcaciones. Una vez echado el ancla, tomaron las cañas y comenzaron a pescar.
De pronto, Adriano divisó una criatura que emergía del agua, pero no totalmente, sino parcialmente, solo se veían la cabeza y el cuello. Inmediatamente, se lo dijo a su cuñado, llamándole la atención. Ambos coincidieron en que no podía tratarse de un ser humano. Inicialmente, una vez que emergió parcialmente, el extrañísimo ser miró hacia el otro lado de la laguna; posteriormente se giró para mirar al testigo durante unos 5-6 minutos, lo que permitió que los testigos obtuvieran una visión más clara de la criatura.
Adriano notó que la entidad no tenía máscara ni tanques de oxígeno. La parte visible de su cuerpo era de color amarillo limón y carecía de pelo; los ojos también eran amarillos y almendrados, con pupilas verticales, y el mentón no era muy pronunciado. La cabeza, boca y nariz eran como las de un ser humano, pero pudieron ver que no se trataba de un hombre, más bien parecía una mezcla entre un anfibio y un ser humano.
Recreación del ser que emergió del agua.
En cierto momento, su cuñado y Adriano se preguntaron sobre la naturaleza de la extraña criatura; al escuchar su conversación, sus dos amigos voltearon hacia ellos y también vieron a la extraña criatura en el agua.
Asombrada, la mujer preguntó qué era, y les dijo a los hombres que estaba asustada y a punto de gritar. Los hombres la instaron a mantener la calma, a evitar entrar en pánico o hacer cualquier tipo de movimiento que pudiera poner en peligro la lancha, o a ella misma, ya que no sabía nadar.
La criatura se encontraba a unos 3 metros de la lancha, a un costado de la embarcación. No podían ver a nadie más cerca de ellos; al parecer estaban solos en la laguna. No había viento y reinaba una calma completa.
El agua de la laguna era marrón y turbia, lo que fortaleció aún más la teoría de que esta extraña criatura no podía ser un hombre, ya que no habría tenido suficiente visibilidad estando bajo el agua. En un momento dado, la criatura volvió a girar y se sumergió de nuevo en el agua de forma completamente vertical.
No vieron ningún otro movimiento en la zona; y el silencio fue total. Adriano y los hombres no sintieron miedo, solo sorpresa, la señora fue la única que se asustó. Perplejos permanecieron en el agua durante aproximadamente una hora más, y luego regresaron a puerto, y mientras estaban en el puerto todos continuaron percibiendo el extraño estado de calma y tranquilidad del ambiente circundante.
Fuente: Antonio Chiumiento, “Una Vita Dedicata all Scuola e al Mistero UFO” pp. 393-395.
